martes, 3 de febrero de 2015

Pregunta de la periodista española Pilar Bonet ("El Pais") al ministro ruso de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov


Pregunta de Pilar Bonet (El Pais) alministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov



https://www.youtube.com/watch?v=5XWiTNTCxJw#t=5802 

min 1.41.24

Pregunta: Rusia firmó múltiples acuerdos bilaterales y multilaterales en los que reconoce la integridad territorial de Ucrania. Desde el año pasado Rusia controla, de hecho, la península de Crimea. ¿Qué pasa, con el Memorando de Budapest firmado en 1994 y el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre Ucrania y la Federación de Rusia, de 1997, ratificado por la Duma de Estado de la Asamblea Federal (Parlamento ruso) en 1998? ¿Estos documentos serán denunciados o seguirán vigentes? Aclare, por favor, otro detalle, ¿Aceptó Francia la propuesta relativa a la cooperación en materia de lucha antiterrorista hecha por el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, dos horas después del atentado en París?
Serguéi Lavrov: No entiendo qué es lo que quiere que aclare. Ya he hablado sobre la cooperación entre los servicios secretos y creo que su trabajo no admite nerviosismo ni publicidad. Dejémoslo aquí.
En cuanto a la soberanía de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, y otros dirigentes rusos confirmaron, en numerosas ocasiones, que estamos a favor del arreglo de la crisis en el sudeste del país vecino en el marco del estricto respeto de su soberanía y la integridad territorial. Esta postura permanece vigente. La cuestión de Crimea fue solucionada sobre la base del derecho internacional. Según aclaró la Asamblea General de la ONU en 1970 en una declaración especial, el principio fundamental del Estatuto de las Naciones Unidas es el derecho de los pueblos a la autodeterminación. El principio de la integridad territorial tiene que ser aplicado a los países que garanticen a los pueblos asentados en su territorio el derecho a la autodeterminación, que respeten este derecho y no recurran al uso de la fuerza para impedir su realización. El golpe de Estado ocurrido en Ucrania socavó el derecho del Estado ucraniano a reclamar un territorio que, en plena conformidad con el derecho internacional y en virtud de la decisión del parlamento elegido antes del golpe, celebró un referéndum, en el cual la aplastante mayoría de la población se pronunció por la independencia y la integración en la Federación de Rusia. Le recomiendo ver las disposiciones de la declaración de la Asamblea General de la ONU de 1970 relativas a la relación entre la integridad territorial y la autodeterminación de los pueblos.
En cuanto al Memorando de Budapest, mediante este documento nos comprometimos a respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Y esto también tiene que ver con lo que acabo de decir. No nos comprometimos a respaldar la intervención externa en los asuntos de Ucrania, la incitación de los manifestantes de Maidán al uso de la fuerza y las actuaciones anticonstitucionales. Ustedes sabrán que los ministros de los respetados países de la Unión Europea lo hicieron en persona participando en las manifestaciones. En el Memorando de Budapest no nos comprometimos, ni mucho menos, a aceptar los resultados de un golpe de Estado armado y anticonstitucional. No dice nada de esto. El único compromiso que asumen Rusia, EEUU y Gran Bretaña según este documento es no usar ni amenazar con usar armas nucleares contra Ucrania. Y nadie lo ha hecho.
Quiero señalar que junto con el Memorando de Budapest los líderes de Rusia, EEUU, Gran Bretaña y Ucrania firmaron una declaración conjunta en la que reafirmaban su compromiso para oponerse al nacionalismo agresivo y el chovinismo, que es parte íntegra del Memorando de Budapest. Las antes citadas palabras de Dmitri Yárosh, que llamó a echar a los rusos de Crimea o eliminarles, y de Oleg Tiagnibok, quien se pronunció por expulsar de Ucrania a los rusos y judíos, ponen de manifiesto, en mi opinión, un desmesurado y agresivo nacionalismo y chovinismo de los que hacen uso los nuevos líderes de Ucrania.
Hablando de los golpes de Estado, me gustaría citar a otro político. “El uso de la violencia durante los actos de protesta no puede justificarse. Se trata de acciones criminales y las personas que las cometen deben ser llevadas ante la justicia. No hay ninguna excusa a los incendios intencionados de edificios y vehículos, a la destrucción de la propiedad y a las amenazas a la vida humana”. Adivinen de qué se trata. Son palabras del presidente de EEUU, Barack Obama, sobre lo ocurrido en Ferguson.
Ningún político occidental dijo nada semejante en referencia a lo que estaba sucediendo en Maidán. Ninguno. Y en Maidán no sólo estaban quemando edificios, sino también a personas. Una cita más: “EEUU condena enérgicamente cualquier intento de tomar el poder por medios inconstitucionales”. No adivinarán de qué se trata: del intento de golpe de Estado en Gambia. Nada parecido se dijo sobre Ucrania, todo lo contrario, se declaró que el pueblo se había levantado contra el gobierno y llevado a cabo una “revolución democrática”.
Al hablar de los distintos aspectos del panorama internacional es necesario usar criterios y principios adoptados por todos para que todos tengan claro que si el golpe de Estado es inadmisible en unos casos, también tiene que serlo en otros. Por cierto, en la última sesión de la Asamblea General de la ONU propusimos adoptar una resolución que reafirme el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos y la inadmisibilidad del golpe de Estado como medio para cambiar el poder. Lo mismo, en el fondo, que los estadounidenses están dispuestos a afirmar con respecto a Gambia pero, por alguna razón, no respecto a Ucrania.
Una de las normas de la Unión Africana establece que el país donde se lleve a cabo un golpe de Estado deja de participar en las reuniones de esta organización. Para revisar esta decisión hay que tomar medidas para probar que el país ha vuelto al camino de la democracia. Las mismas normas existen en América Latina. ¿Por qué no les conferimos un carácter universal? Es deshonesto y reprobable aplicar unos criterios para Gambia y otros totalmente diferentes a otros países.
El Tratado de Amistad (con Ucrania) sigue vigente, no pensamos denunciarlo. A diferencia de los actuales líderes ucranianos, no dijimos sobre el pueblo hermano de Ucrania nada que le pudiera ofender.



Informe anual de las actividades del Servicio Diplomático ruso en 2014 ofrecido por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y respuestas a las preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa celebrada en Moscú el 21 de enero de 2015
78-21-01-2015

Distinguidas señoras y señores:
Les saludo en nuestra rueda de prensa tradicional dedicada hacer balance del año 2014.
Este año pasado resultó ser más complicado que los años anteriores. A los conflictos ya ‘crónicos’, que humeaban o ardían desde hace tiempo, se han añadido nuevos y peligrosos focos de tensión. Merece especial preocupación la situación en Oriente Próximo y África del Norte, donde crece la amenaza por parte de las fuerzas extremistas y terroristas en las fronteras regionales, una amenaza contra la cual Rusia alerta a sus socios desde hace mucho tiempo. Sigue existiendo riesgo de profundización de las brechas que se están abriendo entre las confesiones y las civilizaciones. El futuro de la economía mundial continúa siendo incierto.
Creemos que los acontecimientos de los últimos años nos convencen de que los problemas de seguridad global y estabilidad pueden ser solucionados sólo de forma conjunta. Sin embargo, hay ciertas tendencias negativas que impiden la acción conjunta y solidaria de la comunidad internacional. Entre ellas señalaré, en primer lugar, las contradicciones fundamentales entre el proceso objetivo de dispersión del poder global, el proceso de formación de un orden mundial policéntrico y más democrático, por un lado; y los insistentes intentos del “Occidente histórico” de mantener su liderazgo en los asuntos mundiales, imponer, también por la fuerza, sus enfoques y valores a los demás actores de relaciones internacionales, por el otro. Esta contradicción se ha traducido, en particular, en el conflicto en Ucrania.
No me extenderé para explicar la visión rusa de lo ocurrido en nuestro Estado vecino y hermano, la conocen de sobra. Sólo diré que Rusia es una firme partidaria del arreglo exclusivamente pacífico de la crisis ucraniana. La base real para tal regulación son los Acuerdos de Minsk conseguidos, en particular, gracias a la iniciativa del Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin. A día de hoy la prioridad es que empiece el diálogo nacional ucraniano. En el marco de este diálogo habrá que discutir y acordar un orden constitucional que garantice la seguridad y el bienestar de todos los ucranianos, sin ninguna excepción. Nos es grato constatar que nuestros interlocutores occidentales empiezan a darse cuenta de que no existen alternativas a este enfoque. Espero que los contactos a diferentes niveles y en diversos formatos permitan avanzar en este aspecto.
Sólo el pueblo de Ucrania, sin intervenciones externas, debe determinar su propio futuro. En este contexto, teniendo en cuenta la intensidad de la crisis en el sudeste de Ucrania, los contactos directos entre Kiev y los representantes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk tienen una importancia primordial. Los demás formatos con participación de los “actores externos”, incluido el Cuarteto de Normandía y muchas otras, al igual que la actividad de la OSCE, deberán centrarse en contribuir al diálogo directo estable sobre todas las cuestiones cuya solución permitirá superar la crisis. Al menos Rusia continuará trabajando para crear condiciones favorables para esta forma de resolución de los problemas a gran escala que está afrontando Ucrania.
Escuchamos numerosas declaraciones de nuestros interlocutores occidentales de que es necesario continuar aislando a Rusia. El presidente de EEUU, Barack Obama, consideró posible declarar algo por el estilo en su mensaje a la nación de ayer. Estos intentos no darán ningún resultado. A pesar de esta política de nuestros socios occidentales, el presidente ruso, Vladimir Putin, en su mensaje a la Asamblea Federal subrayó y dio a entender, de manera inequívoca, que Rusia nunca tomará el camino del autoaislamiento, la hostilidad y la búsqueda de enemigos.
Nuestra política exterior está orientada a defender activamente los intereses nacionales pero, al mismo tiempo, no buscamos ninguna confrontación, siempre estamos abiertos a buscar los compromisos razonables basados en el equilibrio de los intereses, intentamos influir en la situación internacional con el objetivo de sanearla, fortalecer la seguridad y promovemos una agenda pacífica y orientada al futuro. Insistimos en que sólo los esfuerzos colectivos podrán dar respuesta a los retos y amenazas que está afrontando la humanidad. Al mismo tiempo es necesario apoyarnos en el derecho internacional y el papel central y coordinador de la ONU.
En el curso del año pasado, Rusia trabajó intensamente en diferentes formatos multilaterales, incluido el Grupo de los Veinte, BRICS y la OCS, cuyas cumbres este año serán celebradas en la ciudad rusa de Ufá. Aprovecharemos la presidencia de turno que Rusia asume en estos formatos para dar un nuevo impulso a su actividad. En cuanto a los BRICS, se trata, en primer lugar, de la preparación de importantes documentos en el ámbito económico, como la estrategia de la asociación económica y la hoja de ruta de la cooperación en materia de inversiones. Está previsto firmar un acuerdo sobre los lazos culturales e iniciar la cooperación en nuevos ámbitos. Se lanzará el proyecto de la Secretaría Virtual de los BRICS.
La firma del Acuerdo sobre la Unión Económica Euroasiática (UEEA), que empezó a funcionar, de acuerdo con lo establecido en el reglamento, el 1 de enero de 2015, representó un paso importante hacia la integración de los países del espacio postsoviético. El 2 de enero Armenia se convirtió en un miembro pleno de la UEEA. Próximamente Kirguizistán finalizará los trámites para serlo también. No cabe duda que el interés mostrado por nuestros socios a este proceso integrador es revelador. Celebramos el deseo de diferentes Estados de cooperar con la UEEA. Varias decenas de países ya expresaron su interés en iniciar consultas sobre la posibilidad de firmar acuerdos de libre comercio con esta unión.
El año pasado, Rusia ostentó la presidencia rotatoria de la OTSC y la aprovechó para alcanzar una mayor eficacia de los mecanismos de respuesta frente a una emergencia y el potencial pacificador de la organización.
En cuanto a las relaciones con la UE, la postura de Bruselas con respecto a la crisis ucraniana debilitó sustancialmente la interacción entre Rusia y la Unión Europea causando una serie de episodios problemáticos en el ámbito político y económico. Consideramos imprescindible trabajar para superar estos problemas desde el enfoque global, a base de paridad y respeto mutuo. Seguimos interesados en desarrollar una cooperación equitativa y mutuamente beneficiosa con la Unión Europea. Llevamos varios años invitando a los socios a participar en el proyecto “integración de las integraciones” que supone pasos concretos para llegar a crear un espacio económico y humanitario común del Atlántico al Pacífico en el que sería de aplicación el principio de seguridad indivisible y de amplia cooperación. Presentamos la respectiva propuesta a la OSCE sin que la idea fuera rechazada. Espero que podamos empezar a trabajar. Estamos convencidos de que la elaboración conjunta de los puntos estratégicos de referencia contribuiría al desarrollo armonioso de todos los Estados de la ‘Gran Europa’, formen parte o no de algún proyecto integrador. Un primer paso en este camino podría ser el inicio de las negociaciones sobre la creación de la zona de libre comercio entre la UEEA y la UE. Esta iniciativa, que sigue vigente, fue presentada por el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, en la cumbre Rusia-UE en Bruselas, en enero del año pasado.
Las relaciones entre Moscú y Washington empeoraron seriamente. La administración de EEUU redujo el diálogo bilateral en la mayoría de los ámbitos. Exhortamos a nuestros socios estadounidenses a regresar al camino de la interacción eficaz tanto en la agenda bilateral como en la arena internacional, donde nuestros países tienen una responsabilidad especial. Tal diálogo es posible sólo sobre la base de la igualdad y toma en consideración de los intereses mutuos.
Debido al comportamiento de EEUU, la actitud hacia la confrontación empezó a prevalecer en la OTAN. La alianza tomó la decisión, absolutamente politizada, de suspender la cooperación en el ámbito militar y civil. Casi todos los proyectos fueron congelados. Esta no fue nuestra elección, no deseamos ni permitiremos una nueva Guerra Fría. Nuestros socios occidentales deben entender que resulta imposible garantizar la seguridad global en el mundo actual mediante acciones unilaterales y la presión sobre los socios, realizando un trabajo conjunto que sufre seriamente de esto.
Seguimos haciendo esfuerzos para continuar con la integración de Rusia a la región de Asia-Pacífico. El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, destacó en reiteradas ocasiones que la cooperación en la región de Asia-Pacífico es de carácter estratégico y prioritario para nosotros de cara al siglo XXI, lo que es importante, entre otras cosas, para el desarrollo de las regiones del este de Rusia. Al mismo tiempo, destacamos y seguimos destacando que no deseamos hacerlo como alternativa a los vínculos con Europa y Occidente, en general, sino profundizándolos simultáneamente, si nuestros socios europeos están también interesados en esto.
Se ampliaron paulatinamente los vínculos entre Rusia y China. Durante la visita del presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, a China en mayo pasado se concluyeron unos 500 acuerdos, sobre los que ustedes recibieron una información detallada. Nuestra cooperación con China en la arena internacional se consolidó como un elemento importante para mantener la estabilidad y seguridad a nivel global y regional.
Incrementamos la cooperación estratégica con la India, Vietnam y otros países de la región, ampliamos la participación en la actividad de mecanismos multilaterales en la región de Asia-Pacífico. Continuamos profundizando nuestras relaciones con los países de América Latina y África, con las alianzas integradoras y las estructuras regionales que están desarrollándose en estas regiones.
Rusia intentó contribuir del modo más activo al arreglo de distintos conflictos. Con la participación directa de nuestro país se logró finalizar el proceso de la desmilitarización química de Siria: una iniciativa conjunta ruso-estadounidense que puso de relieve que cuando uno no se guía por consideraciones coyunturales sino por intereses básicos, es posible encontrar caminos para una cooperación fructífera. Se emprendieron esfuerzos paulatinos para contribuir al arreglo político de la crisis en Siria mediante la creación de las condiciones para establecer un diálogo directo entre los representantes del Gobierno sirio y todos los grupos opositores de peso.
En el año saliente, la amenaza principal a la región de Oriente Próximo y Norte de África la representaba el Estado Islámico. Consideramos la lucha contra el terrorismo como una de nuestras tareas prioritarias. Propusimos realizar bajo la égida del Consejo de Seguridad de la ONU un análisis detallado de todas las amenazas que surgen en la región de Oriente Próximo y el Norte de África. Nadie estuvo en contra. Seguimos trabajando en el cumplimiento de esta tarea importante.
Los esfuerzos de Rusia en el marco del ‘sexteto’ contribuyeron al proceso en el ámbito del arreglo de la situación en torno al programa nuclear iraní. Pese a las dificultades que siguen, el trabajo continúa. Tenemos todos los motivos para confiar en el éxito.
Entre nuestras tareas prioritarias siempre ha estado la protección de derechos e intereses de nuestros compatriotas que viven en el extranjero y la ampliación de los intercambios humanitarios y culturales a nivel internacional. Ayudamos activamente a nuestras empresas en sus actividades en mercados internacionales, a la atracción de nuevos exportadores de productos y servicios y a la extensión de la geografía de mercados para la producción rusa. Prestamos una atención especial al trabajo informativo, acompañamos la actividad en materia de política exterior con amplios contactos con medios de comunicación y la comunidad internacional.
Emprendemos, en general, los máximos esfuerzos posibles para crear condiciones favorables para el desarrollo del país en distintos ámbitos y para aumentar el bienestar de nuestros ciudadanos, es decir, para realizar las tareas establecidas como prioritarias en el decreto presidencial No. 605 del 7 de mayo de 2012 ‘Sobre las Medidas de la Realización de la Política Exterior de la Federación de Rusia’ y que siguen siendo prrioritarias en el Concepto de la política exterior de Rusia que nos exige hacerlo todo para crear favorables condiciones externas para el desarrollo de nuestro país en distintos ámbitos, el aumento del bienestar de nuestros ciudadanos y su protección en el ámbito internacional.
Con esto finalizo mi discurso y estoy dispuesto a responder a sus preguntas.
Pregunta: Se espera que esta tarde se reanuden las negociaciones en el formato de Normandía en Berlín. Mientras tanto, durante la última semana hemos visto cada vez más ataques en el sur de Ucrania, y la ronda de negociaciones anterior celebrada el 12 de enero no brindó resultados deseados. ¿Cuáles son las discrepancias que impiden ahora el consenso entre las partes? ¿Cuáles son las expectativas de Moscú ante la reunión de hoy en Berlín?
Serguéi Lavrov: Nos preocupa mucho la nueva ola de violencia en el sureste de Ucrania. Vino precedida por las declaraciones amenazantes desde Kiev, el decreto de movilización, iniciado con cien mil personas, del presidente ucraniano Piotr Poroshenko. En el período de un relativo armisticio, que se mantuvo hasta hace poco, al sureste del país se acercaron nuevos armamentos, material bélico, contingentes militares. Es decir, se realizaban nuevos preparativos para suprimir la resistencia por fuerza renunciando al arreglo político de problemas que surgieron a raíz del golpe de Estado en Ucrania el 22 de febrero del año pasado. Cuando la chispa ya había prendido y el enfrentamiento volvió a pasar a la fase de guerra, hicimos todo lo necesario para parar la violencia. Seguimos pronunciándonos por ello de manera categórica. Es imprescindible que dejen de guerrear por una u otra localidad. Lo principal es que cesen inmediatamente los ataques, incluidos los del aire, y del armamento pesado, contra diferentes pueblos, incluido Donetsk y otras ciudades grandes de la región.
Estoy seguro de que nuestros colegas extranjeros (sean periodistas de prensa extranjera, que hay muchos aquí, y sobre todo, los diplomáticos que trabajan en Moscú) miren los reportajes de la televisión rusa -incluido el canal Rusia-24 y otras cadenas- hechos del lugar de ataque. ¡No ver los desastres de lo que está pasando es imposible! Entiendo que no todos los canales televisivos y otros medios se toman el riesgo de mandar a sus periodistas a un foco de tensión tan peligroso, pero todos tienen acceso a las imágenes de la televisión rusa que se ponen en directo. Entonces, que muestren más la verdad.
Seguiremos luchando por el cese del fuego inmediato. De ello, entre otros temas, como de una cuestión prioritaria vamos a hablar hoy en el formato de Normandía para que nuestros socios occidentales, en este caso Francia y Alemania, que participan en estas negociaciones junto con Rusia y Ucrania, alcen su voz llamando a los jefes ucranianos a prevenir un nuevo retroceso hacia la guerra. Ésta es la tarea prioritaria.
Luego es muy importante dar pasos para crear garantías de que nuevas acciones bélicas no sean reanudadas. Para ello es necesario, ante todo, retirar de la línea trazada el armamento pesado. De ello estuvimos discutiendo en Minsk. Luego, por petición de Piotr Poroshenko, fue creado un centro conjunto ruso-ucraniano para la coordinación y control en el que trabajan los oficiales rusos y ucranianos y con el que cooperan representantes de milicianos y la OSCE. Son profesionales que en el lugar debían concordar pasos concretos para la retirada del armamento pesado de las partes de la línea de seguridad. Tardaron mucho en conseguirlo, ante todo porque la línea de seguridad, fijada en el Memorando de Minsk del 19 de septiembre (del 2014), no coincide con la formada de facto en el lugar. Ciertos territorios de las autoridades de Kiev están controlados por los milicianos. Toda la energía de las negociaciones realizadas fue dirigida a la tarea de hacer coincidir la línea de seguridad en el lugar con lo fijado en los acuerdos de Minsk.
Tomando en consideración que estos intentos no tuvieron éxito (por algunas razones objetivas), y que intentamos arreglar el conflicto guardando la integridad territorial de Ucrania y asegurando los derechos del sureste dentro del Estado ucraniano (lo que requiere iniciar un proceso político), y además partiendo de que todos reconocen la necesidad de restablecer la integridad territorial de Ucrania, el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, propuso abandonar ahora las disputas sobre la línea de seguridad y retirar los armamentos pesados de la línea fijada en los acuerdos de Minsk y no de la que existe de facto. Es difícil decir algo en contra. A propósito, de ser así, la situación en el lugar se normalizaría. Ucrania insiste en la línea fijada en el Memorando de Minsk del 19 de septiembre, y nosotros apoyamos esta posición.
Hemos aplicado nuestra influencia sobre los jefes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que también se pusieron de acuerdo con esta propuesta. Por eso ahora esta es la tarea de la que cabe ocuparse. Plantaremos este problema hoy en la cita de Berlín, para que Alemania, Francia y la Unión Europea junto con ellos apoyen este enfoque. La reacción, verbal por ahora, del presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, al mensaje del presidente Vladímir Putin del 15 de enero, muestra que está dispuesto a discutirlo, pero plantea algunas cuestiones de carácter técnico que deben ser sometidas al arreglo en el lugar por los representantes que trabajan en el Centro conjunto de coordinación y control.
Sin embargo, en su conversación con el embajador de Rusia en Ucrania, Mijaíl Zurábov, el presidente Poroshenko dijo que el presidente Putin propone en su mensaje retirar los armamentos pesados pero sin precisar de qué línea. Esto no es verdad. La línea fue mencionada y de manera bien clara. Es la línea en la que insiste la parte ucraniana. Los milicianos están de acuerdo respecto a ella, a lo que hemos contribuido mucho. Nadie está discutiéndola ahora, y no es difícil retirar de ella los armamentos pesados. Lo demás está acordado: cuántos kilómetros hacia atrás se retira la artillería, sistemas de lanzamisiles múltiples, etc. Esto será una de las cuestiones más importantes de las que vamos a discutir hoy en Berlín. Por supuesto, no se trata de aspectos militares concretos de este tema, sino de la necesidad de que en Kiev tomen una decisión política de apoyar esta aproximación.
Además, vamos a discutir temas que tienen que ver con el arreglo político que siempre hemos discutido en formatos diferentes. La reforma constitucional es una tarea global que se omite por las autoridades ucranianas a pesar de las múltiples promesas dadas, además se tratará de cuestiones descritas en los acuerdos de Minsk, como el estatus especial de los territorios de las proclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Para todos estos temas tenemos algo que decir, tenemos elaboradas propuestas para las partes. La tarea no es nada fácil, tomando en consideración lo altamente politizados y emocionales que son estos eventos. Pero estamos dispuestos a conseguir, paso a paso, que este bloque de problemas sea considerado, porque sólo mediante una reforma política podremos asegurar la tranquilidad en Ucrania y arreglar esta crisis.
Pregunta: Las autoridades polacas creen que Polonia también debe participar en el proceso del arreglo político en Ucrania, como por ejemplo, en calidad de quinto participante del cuarteto de Normandía. ¿En su opinión, es posible esto? ¿Podría dar un impulso positivo a las negociaciones?
Serguéi Lavrov: No soy yo quien decide. Vamos a apoyar cualquier formato que sea aceptable por parte de Kiev y los milicianos. Multiplicar diferentes formatos no es lo principal. No estoy en contra de admitir la posibilidad de que se amplíe el número de los participantes de las negociaciones. Lo importante es entender qué valor añadido traerá cada uno de ellos.
En el contexto de otros conflictos, las propuestas de formatos nuevos se hacen cuando una de las partes se siente incómoda con las configuraciones existentes. Lo importante es que estas propuestas de cambiar de formato no se utilicen para distraer la atención de la esencia del problema que, por supuesto, consiste en que Ucrania está afrontando la necesidad de superar una crisis muy profunda, causada por el golpe de Estado, cuyas consecuencias se perciben todavía ahora.
También es importante que Ucrania sea una nación única. Es un problema muy complicado. Por algo será que volvemos reiteradamente a la reforma constitucional, atrayendo la atención a las causas iniciales de esta crisis.
Cuando estuve preparándome para la rueda de prensa de hoy, recordé algunas citas. Justo tras el golpe de Estado la nueva Rada Suprema de Ucrania (más bien la llamaría antigua, porque no hicieron más que eliminar o no dejar entrar a alguien) aprobó como una de las primeras, o hasta la primera, ley la decisión sobre las lenguas. Fue adoptada la ley, pero el entonces presidente interino, el presidente de la Cámara, Alexander Turchínov, no la firmó.
Cuando decimos que todo esto –el golpe de Estado, las acciones contra la lengua rusa y otras– hizo agitarse a la sociedad y sirvió de impulso para la resistencia a los golpistas, nos responden que esta ley no había entrado en vigor. Aunque formalmente es así, quedó el resquemor. Dicha iniciativa de la Rada Suprema mostró qué está persiguiendo un Estado unitario en una versión más dura. Y ahora bien, el 1 de marzo (del 2014) Dmitri Yarosh, que forma parte hoy de la Rada Suprema como diputado, líder del Pravy Sektor, uno de los protagonistas del golpe de Estado (sus paramilitares fueron los que se desmadraron en el Maidán, quemaron a los policías del destacamento Berkut, etc), declaró: “Estamos en contra de los rusos en Crimea. Los rusos no van a rendir homenaje a Stepán Bandera, respetar la fe griego-católica, la historia insurgente y nuestra lengua. Es imposible asimilar a los rusos. Esto quiere decir que para el florecimiento de Ucrania, el ruso debe ser exterminado o expulsado de Crimea”. Estas son las palabras de uno de los héroes de la revolución apoyada por nuestros socios occidentales. No quiero jugar con sentimientos nacionales de tal o cual pueblo, pero Stepán Bandera es conocido por llamar en público a exterminar a los polacos, toda la población masculina de Polonia.
Lo importante no es quién está negociando. Desde este punto de vista, estamos abiertos para formatos aceptables por Kiev y por los representantes del sureste. Lo importante es qué vamos a discutir. Como declaró hace poco el presidente de Ucrania Piotr Poroshenko, su objetivo principal es restablecer el “ucrainstvo” en todo el territorio de Ucrania. Queremos entender de qué se trata. ¿De lo que propuso Yarosh o de algún otro fenómeno? Es que Yarosh dijo también otras cosas, como, por ejemplo, en agosto de 2008, sobre los acontecimientos en Osetia del Sur (le estoy citando): “Quiero hacer constar que la región del Cáucaso, así como Ucrania, Bielorrusia y las repúblicas bálticas, así como toda Europa Oriental están condenados a una tensión permanente, mientras exista el “imperio de Moscú”. La única garantía del desarrollo civilizado y pacífico de los pueblos que están reconstruyendo sus vidas al lado de Rusia es una liquidación absoluta del “imperio” y construcción en su territorio de formaciones estatales” (fin de la cita).
No quiero atraer demasiada atención hacia esta persona, haciéndole publicidad, pero no tengo otro remedio. Porque cuando advertíamos que no cabía dar soga al Pravy Sektor y al partido Svoboda, cuyo líder Tiagnibok se pronunciaba en el público por una “Ucrania étnicamente pura, sin moscovitas ni judíos”, nuestros ilustrados socios occidentales replicaban que estas personas “son un poquito propensos al nacionalismo, algo más a la derecha del mainstream”. Es una connivencia muy peligrosa.
Ucrania necesita una reforma constitucional que pueda reconciliar a Occidente, con sus ideas muy nacionalistas, el Centro y Sureste que tienen un entendimiento de historia y de destino civilizado muy distinto, así como tienen diferentes héroes y diferentes fiestas. Esto no puede ser relegado por mucho tiempo. Pero, por supuesto, la tarea primordial es parar la violencia. Y todo lo que puedan hacer Polonia y otros países de la Unión Europea, sea en calidad de Estados o en calidad de miembros de la UE (no es imprescindible que sean participantes de algún nuevo formato), lo vamos a aplaudir.
Pregunta: ¿El presidente Vladímir Putin no vendrá a los eventos en el campo de concentración de Auschwitz? ¿En su opinión, debe estar allí?
Serguéi Lavrov: No hubo invitación oficial a nombre del presidente Vladímir Putin. Hubo una carta del director del museo o del comité que realiza los eventos con motivo del aniversario del Holocausto, a nombre del embajador de Rusia, donde se decía que están planificados tales eventos: “Si quieren, pueden venir, comuníquennos quién va a venir”. Es una invitación que se puede pasar por alto.
Estaremos representados sin falta. Nunca olvidaremos las trágicas y, al mismo tiempo, heroicas páginas de la Segunda Guerra Mundial. Apreciamos mucho que en Polonia, en Varsovia y, sobre todo, en Cracovia celebraran recientemente el aniversario de nuestra lucha conjunta, del Levantamiento de Varsovia, de la liberación por el Ejército Rojo de las ciudades y la capital polacas. Hace unos años, con motivo del aniversario anterior, junto con nuestros colegas polacos preparamos en el campo de concentración de Auschwitz una exposición que refleja de manera apropiada el aporte de nuestro país en la liberación de este campo de concentración. Estamos agradecidos a los directores del museo por guardar nuestra memoria histórica conjunta cuidadosamente. Estaremos representados en los eventos conmemorativos.
Pregunta: El discurso pronunciado ayer por el presidente de EEUU, Barack Obama, no hace pensar en ánimos positivos desde el punto de vista del establecimiento del diálogo amplio entre Rusia y EEUU. ¿Cómo ve usted estas perspectivas, tomando en consideración sus intensos contactos con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry? ¿Va a haber alguna dinámica en las relaciones ruso-estadounidenses este año?
Serguéi Lavrov: Como ya he comentado, los EEUU mantienen el curso a la confrontación y no son nada críticos a la hora de estimar sus propios pasos. El discurso de Barack Obama de ayer muestra que su filosofía gira en torno a una única idea: somos el número uno y los demás tienen que reconocerlo. Pero es algo inoportuno y no corresponde a las realidades de hoy. La filosofía de la política exterior de EEUU es más agresiva aún: no es que quieran ser los primeros entre iguales, quieren predominar en el mundo. Me parece que esto va a cambiar, pero los cambios requerirán mucho tiempo. Los estadounidenses se darán cuenta de que es imposible mantener esta postura siempre. Ya se ven obligados a dirigirse en busca de ayuda, siendo incapaces de resolver a solas tal o cual problema. EEUU está formando coaliciones, como pasó en Irak y como pasa ahora en su lucha contra la organización Estado Islámico, dando diferentes instrucciones a Europa, en lo que a la cuestión rusa se refiere también.
La filosofía de “somos el número uno” está en su sangre. Se formó no en un año, en varios decenios. Por eso cambiar esta filosofía y sus genes no será fácil. Pero el propio desarrollo objetivo del mundo, el surgimiento de centros poderosos del crecimiento económico y de influencia financiera, así como de centros de influencia política, es, sin duda alguna, un proceso objetivo, que no puede ser ignorado. Preferiría que todos los países pasen a la filosofía de cooperación y no del dictado, que aunque está disfrazado en formas diplomáticas, a veces se revela.
Por ejemplo, así fue cuando el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden declaró que EEUU obligó a Europa a sancionar a Rusia, y el presidente Barack Obama, en su discurso sobre los resultados del año, en una de las entrevistas calificó casi de logros más importantes de la política exterior en EEUU el que hubieran hecho a Europa hacer lo que quería EEUU respecto a nuestro país. Lo considero no muy digno para una gran potencia. Pero estoy seguro de que vencerá la lógica de cooperación y acciones colectivas, basadas no en alguna visión de la situación subjetiva, sino en la elaboración de enfoques comunes. Estamos pronunciándonos a favor de ello, consecutivamente. Cuando nuestros socios consienten actuar de esta manera, logramos mucho. El desarme químico de Siria y el progreso serio en el campo del programa nuclear de Irán lo confirman.
Pregunta: En Armenia se solía respetar tradicionalmente la imagen del militar ruso. Pero sucedió una tragedia en la ciudad de Gyumri, donde un soldado ruso asesinó a toda una familia. ¿Cómo ha sido posible esto? ¿Ha hecho todo Rusia para arreglar este conflicto? ¿No está demasiado politizada la postura en este ámbito?
Serguéi Lavrov: Ante todo, quisiera expresar de nuevo nuestras profundas condolencias con respecto al delito horroroso cometido contra los Avetisián. Murieron seres absolutamente inocentes. Ayer falleció también el bebé Serguéi, de seis meses. Por este motivo llamé especialmente a mi colega Eduard Nalbandián y volví a expresar nuestros sentimientos.
Es importante que el acusado haya sido detenido y ya haya confesado su responsabilidad. Los presidentes de nuestros países sostuvieron una conversación telefónica, el jefe del Comité de Instrucción, Alexandr Bastrikin, partió a Ereván y celebró ayer un encuentro con el presidente armenio, Serzh Sargsián. Confirmamos que la vista de la causa, transparente al máximo tendrá lugar en el territorio de Armenia. Estoy seguro de que el juzgado dictará una sentencia objetiva y adecuada a este cruel delito.
En cuanto al contexto general de nuestras relaciones, diría que en cada familia hay un Judas. Así es la postura que manifiestan hoy todos los militares y altos mandos de la base militar rusa en Armenia. No voy a citar ejemplos de cuando unos se vuelven locos por causas inexplicables y se comportan de modo inconcebible. Hay muchos ejemplos de este tipo en otras situaciones y otros países.
Vemos intentos de politizar esta situación y no son las autoridades de Armenia o Rusia quienes que los emprenden. No son pocos los que desean aprovechar esta tragedia para obtener algunos beneficios geopolíticos. Es asqueroso, inadmisible y desmerece al orgulloso pueblo armenio al cual, por lo que yo sé, nunca podrán engañar tales provocaciones.
Sentimos dolor junto con Armenia y haremos todo lo posible para que este delito no quede sin castigo, que el culpable sea castigado del modo más severo y que incidentes similares no sucedan más. Está claro que es imposible garantizar al 100% que no suceda algo que es difícil imaginar, pero se hará todo lo indispensable. Estoy convencido que esto no afectará las relaciones ruso-armenias, basadas en la cooperación estratégica.
Pregunta (traducción no oficial del inglés): En los últimos días en Ucrania se registra una nueva ola de violencia y crece el número de muertos. Rusia insiste en el cumplimiento del protocolo de Minsk. Quisiera preguntarle: ¿Qué pasos concretos propone Moscú para asegurar su cumplimiento? Mis palabras pueden parecer críticas, pero ¿está dispuesto su país a parar el flujo de tropas y armamentos a Ucrania a través de la frontera rusa para poner fin a la violencia allí?
Serguéi Lavrov: En cuanto al “flujo de tropas y armamentos”, lo oímos constantemente y cada vez digo yo: “Si lo afirmáis con tanta seguridad, presentad las pruebas”. Pero nadie las puede o quiere presentar, ni tampoco pueden presentar las pruebas de las que presuntamente disponen nuestros socios, sobre todo los ucranianos y estadounidenses, respecto a lo que pasó en julio pasado con el avión de Malaysia Airlines. Nadie ha presentado a nadie los datos sobre la comunicación de los controladores aéreos, satélites estadounidenses o aviones AWACS que estuvieron aquel día en el cielo de Ucrania. Por eso, antes de preguntarnos a nosotros, presentad, por favor, las pruebas de que lo hemos hecho.
El protocolo de Minsk firmado el 5 de septiembre de 2014 es un documento marco que incluye 12 incisos: el cese del fuego, la retirada de armamentos pesados, etc. Cada uno de ellos debe ser concretado y explicado. El memorando de Minsk del pasado 19 de septiembre fue dedicado a la explicación de la tarea de cesar el fuego y retirar el armamento pesado de la línea divisoria. No es fácil y no por casualidad no se ha terminado todavía de acordar estos temas.
Mientras, independientemente de la conservación del territorio en disputa en la línea divisoria que no quieren liberar las milicias, ahora vamos a la solución del problema principal: garantizar la seguridad de la población civil de las ciudades y otros poblados. Para lograrlo es necesario retirar el armamento pesado. Este es el tema principal del mensaje del presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, dirigido al presidente ucraniano Piotr Poroshenko el pasado 15 de enero, que ya he mencionado. Es necesario hacerlo lo más pronto posible. Estaremos dispuestos a contribuir al cumplimiento de tales acuerdos y ya nos hemos asegurado el consentimiento de las milicias de retirar el armamento pesado de la línea en la que insiste Kiev, que es distinta de la real. Ahora las autoridades ucranianas deben hacer un paso.
Es lo que hacemos en concreto para asegurar el cumplimiento de los acuerdos de Minsk. Pero estos acuerdos contienen asimismo otros apartados a los cuales se trata de dar largas. No estamos de acuerdo con esto. Ante todo, está el cumplimiento del compromiso de acordar el estatus especial de las proclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk y la confirmación en los acuerdos de Minsk del compromiso de Kiev de iniciar un diálogo inclusivo nacional. Nos pronunciamos por esto.
Hay también otros aspectos que se deberán resolver, incluido el control por parte de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de zonas problemáticas de la frontera ruso-ucraniana. A juzgar por todo, es lo que interesa más. La OSCE actúa en dos puestos de control, donde trabajan además oficiales ucranianos de aduana y guardias fronterizos quienes pueden ver lo que pasa en los puestos de control e inspeccionar cargas humanitarias provenientes de Rusia con destino a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El problema del control por parte de la OSCE de otras zonas de la frontera ruso-ucraniana puede ser resuelto a día de hoy. Si la OSCE está interesada en esto tendrá que discutirlo con los que efectúan el control de los puestos de inspección fronterizos por parte ucraniana. Si no se logra hacerlo, se podrán resolver las cuestiones sobre toda la extensión de la frontera ruso-ucraniana, así como quién y de qué modo la controlará, sólo después de arreglar el conflicto por vía política y cumplir una disposición de acuerdos de Minsk, que establece que los representantes elegidos de los órganos del poder en las repúblicas de Donetsk y Lugansk reciban garantías del estatus especial de estos territorios. Tal acto debe ser aprobado por Kiev, conforme a los acuerdos de Minsk, pero nadie ni siquiera lo ha iniciado.
Lo más importante hoy es retirar el armamento pesado, acordar asuntos relacionados con el estatus especial, resolver problemas de seguridad y, evidentemente, iniciar el proceso inclusivo de la reforma constitucional. Es un tema inquietante, porque, a juzgar por todo, las autoridades ucranianas tratan de callarla. Hasta una mención de palabras como ‘federalización’, ‘autonomía’, ‘descentralización’ es inconveniente, según las autoridades de Kiev. Pero hay muchos ejemplos: Tirol del Sur o Quebec. Se pueden citar muchos ejemplos, en los que los Estados resolvían problemas de su estructura política con respeto a todas las etnias que residían en sus territorios. Pero Ucrania por alguna razón debe ser un Estado unitario, independientemente de los intereses de los rusos, húngaros, rumanos y los representantes de otras etnias que viven en este país.
Pregunta: Este año se celebra el 70º aniversario de la victoria sobre el nazismo. ¿Qué países ya han confirmado la participación de sus líderes en la ceremonia solemne en la Plaza Roja? Ha destacado en reiteradas ocasiones la necesidad de controlar las manifestaciones del nazismo en Europa y en el mundo a día de hoy. ¿Cómo deberían proteger el mundo los resultados de la Segunda Guerra Mundial? ¿Cómo deberíamos contrarrestar a las manifestaciones del nazismo y militarismo actualmente?
Serguéi Lavrov: Se han enviado las invitaciones para eventos que se celebrarán en Moscú el próximo 9 de mayo, con motivo del 70º aniversario de la victoria a los líderes de muchos países, incluidos los miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la Unión Europea, Estados miembros de la Coalición Anti-Hitler, jefes de varias organizaciones internacionales y regionales, entre los cuales el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ya ha confirmado su participación en los actos festivos. Queda mucho tiempo hasta este día y las confirmaciones de participación continuarán llegando. Les informaremos.
En cuanto al problema más amplio de prevenir el renacimiento del nazismo y el fascismo, ante todo, es necesario guardar la memoria histórica sobre cómo hace 70 años se logró poner fin a la ideología criminal de misantropía que amenazaba a la propia existencia de la civilización humana. Es necesario intensificar estos esfuerzos, porque la vacuna contra el virus nazi elaborada en el proceso de Nuremberg empieza a perder su fuerza en varios Estados, sobre todo los europeos. No voy a mencionarlos, pero desgraciadamente es una serie de países de la UE y de los que desean ingresar en ésta, que declaran que hasta estando fuera de sus límites difunden valores europeos en el mundo. No puedo pasar por alto a Ucrania. Ya he citado a sus activistas políticos que exhortaron a limpiar este país de los “rusos y judíos”.
En la sesión de la Asamblea General de la ONU aprobamos anualmente una resolución con un título complicado, pero entendible: ‘La lucha contra la glorificación del nazismo, neonazismo y otras formas de odio que contribuyen a escalar manifestaciones actuales del racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia’. Cada año esta resolución se aprueba por votación. EEUU siempre vota en contra. El año pasado, la UE se abstuvo con solidaridad y por primera vez Ucrania que hasta aquel momento siempre se abstenía votó contra la resolución. Así las cosas, tan sólo cuatro países votaron en contra: EEUU, Canadá, Ucrania y Palaos.
Consideramos que los resultados de la Segunda Guerra Mundial son inmutables. Están estipulados en la Carta de la ONU, en particular, en el Artículo 107, que destaca que todas las decisiones de las potencias vencedoras no se someten a la revisión. Se debe reprimir severamente y de inmediato los intentos de ponerlo en duda. En todo caso, los esfuerzos dirigidos a contrarrestar los intentos de glorificar el nazismo continuarán en la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa y otros formatos.
Pregunta: ¿Existe una posibilidad de que las relaciones entre Rusia y la OTAN mejoren o la tendencia es absolutamente negativa? ¿Qué podemos hacer nosotros y nuestros socios para arreglar las relaciones? ¿Se planea mantener contactos con los representantes de la alianza, en particular, es posible que se cite con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aprovechando la Conferencia de Seguridad de Múnich?
Serguéi Lavrov: Como ya he dicho, la OTAN eligió el camino de la confrontación. La velocidad con la que los miembros de la OTAN suspendieron todos los contactos con Rusia, de hecho, congelando muchos proyectos de interés mutuo en la agenda del Consejo Rusia-OTAN, pone de relieve que nuestros socios de la OTAN siguen teniendo una mentalidad de la Guerra Fría. Siguen viendo a la Alianza como herramienta para promover intereses unilaterales. Hemos llamado la atención sobre esto en reiteradas ocasiones.
Pese a muchas iniciativas eficaces, el Consejo Rusia-OTAN, que no se instituía como ‘la OTAN más Rusia’ o ‘la OTAN contra Rusia’, sino como un consejo donde cada miembro de la Alianza y Rusia podían expresar libremente su opinión, no resultó ser un foro que funcionase sobre la base equitativa. En las reuniones los miembros de la OTAN repetían constantemente lo mismo y Rusia reaccionaba a esto de cualquier modo. Sin embargo, veíamos que el Consejo Rusia-OTAN tenía sentido: se lograron realizar muchos proyectos eficaces en el ámbito de la lucha contra el terrorismo, tráfico de drogas, adiestramiento de los cuadros para Afganistán, Asia Central y Pakistán en materia del orden público, seguridad, etc. A día de hoy se sacrificó esto a la ideología. La OTAN no puede aceptar que, como resultado del golpe de Estado en Ucrania, todos los ucranianos no han caído todavía bajo la dependencia de los que lo han perpetrado y tienen las riendas del poder en Kiev. Es una lástima y refleja la mentalidad del siglo pasado o hasta antepasado. No fuimos nosotros los que suspendimos los contactos.
Quisiera recordar que, tras la crisis en la región del Cáucaso, cuando el expresidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, dio la orden de lanzar una ofensiva contra Osetia del Sur, al desatar la guerra de los cinco días, en el primer día de aquella agresión Rusia exhortó a convocar una reunión del Consejo Rusia-OTAN. La entonces secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, prohibió a su enviado permanente en Bruselas dar el visto bueno a la celebración de este evento. El Consejo quedó congelado. No se logró abordar aquella situación crítica. Posteriormente, hacia finales del año, la OTAN confesó que no tenía razón y que era necesario celebrar la reunión. Hasta se manifestó la opinión de que el Consejo Rusia-OTAN debía reunirse en todo momento que fuese necesario para abordar una u otra situación especialmente en momentos de “tormenta”. Ahora volvieron a cometer el mismo error, al renunciar, de hecho, a trabajar en conjunto y en base equitativa, abordar todos los aspectos de la situación, sus causas y sus orígenes. El trabajo está prácticamente congelado. Para distraer la atención, dejaron una posibilidad de convocar de vez en cuando a los embajadores en Bruselas, pero no más.
No fue Rusia que motivó tal situación. Consideramos que, en vista de todas las peripecias y cataclismos que se desarrollan en el mundo, los Estados principales que tienen una influencia decisiva en la estabilidad y seguridad global no pueden permitirse suspender contactos. Así las cosas, si nuestros socios entran en razón y confirman su disposición de mantener el diálogo en base equitativa y de respeto mutuo, siempre estamos dispuestos a esto.
Tenemos la información de que el nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, estaría interesado en mantener un contacto al margen de algunos eventos internacionales. Nos vimos en Basilea, si no me equivoco, al margen de la reunión del Consejo de ministros de Asuntos Exteriores de la OSCE. Nos saludamos literalmente estando de pie. Nos conocemos, no vamos a evitar posibles contactos y evidentemente escucharemos qué pueden decir nuestros colegas.
En cuanto al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, me encuentro con él con más frecuencia que con otros colegas míos, sin hablar de nuestras numerosas conversaciones telefónicas. La última vez hablamos ayer por la noche. Así las cosas, si estamos juntos en un foro internacional, no puedo excluir la posibilidad de que nos sentemos y volvamos a hablar. Lo más importante es que estos discursos den resultado.
Pregunta: Está claro que el encuentro sobre Siria en Moscú no les gusta a algunos ‘actores’ internacionales aunque nadie lo confiesa. Usted mismo, señor ministro, declaró la semana pasada que los que no participen en el evento perderán posiciones en el proceso de conversaciones de paz. El canciller de Siria, Walid Muallem, está de acuerdo con usted y declaró anoche que si EEUU desea acabar de verdad con el Estado Islámico (EI), la única opción es la cooperación con el Ejército Sirio. Washington, entretanto, continúa preparando a los combatientes armados que luchen contra Siria. ¿Cuál es su punto de vista con respecto a todos los aspectos de la crisis siria?
Serguéi Lavrov: Bueno, si empezamos a hablar sobre todos los aspectos de la crisis siria, no nos quedará tiempo para nada más. Ustedes conocen nuestra postura, la hemos dado a conocer con todos los detalles. El presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, habla del tema con regularidad. No quiero ser repetitivo. Lo principal es que cada vez hay mayor conciencia, también en Occidente, de que el proceso político es inevitable. Y, lo más importante, de que la tarea número uno es la lucha contra el EI.
Llevamos mucho tiempo hablando de que erradicar el terrorismo, impedir que Siria se convierta en un Estado terrorista y evitar que se realicen los planes de creación del “califato” en la región son tareas infinitamente más importantes que el cambio de régimen y la formación de un gobierno sólo para que anuncie que el presidente Bashar Asad está derrocado. Por cierto, en junio de 2013, en la cumbre de Lough Erne, los líderes del G-8 exhortaron, unánimemente, al Gobierno de Siria y a la oposición a unir sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo. Entonces no existía el Estado Islámico. El llamamiento del G-8 no preveía ninguna condición, que alguien debiera abandonar su cargo y ser sustituido por otro. No había ninguna condición. Todos nos damos cuenta de que este llamamiento está todavía pendiente de ser puesto en práctica, y esto me inspira esperanza.
Volviendo al discurso de ayer del presidente de EEUU, Barack Obama, imprimió un nuevo tono a la parte relativa a la lucha contra el Estado Islámico. La tarea de combatir a los terroristas fue calificada como prioritaria al lado de las demás cuestiones relacionadas con el arreglo de la crisis siria. Está bien que tal enfoque se extienda. Por cierto, el artículo publicado ayer mismo en ‘New York Times’ sobre la evolución de la postura de EEUU con respecto a la crisis siria es muy curioso. A quien no lo haya leído le recomiendo hacerlo. Es interesante. Posiblemente habría que traducirlo al ruso. ¿Quizás la agencia Rossiya Segodnia pueda hacerlo?
En cuanto al encuentro de Moscú, siempre decíamos que queremos ayudar a preparar una nueva ronda de negociaciones habida cuenta de los errores cometidos durante los encuentros de Ginebra. Creo que fueron dos. El primero consistió en que sólo se había invitado a participar a una parte de la oposición, la Coalición Nacional, con sede en Estambul. Los demás grupos opositores, no sólo aquellos con base dentro del país, sino también los que se encuentran en otras partes del mundo, quedaron al margen del proceso. El segundo error fue que el encuentro en Montreux, donde arrancó el proceso de Ginebra, se había orquestado con demasiada publicidad: más de 50 cancilleres, una discusión abierta en presencia de los medios. Con eso sólo se logró polarizar las posturas de las partes que, inevitablemente, incurrieron en las retóricas opuestas. Lo que hace falta es una conversación tranquila, sin publicidad, de los participantes directos en el proceso, del Gobierno y diferentes grupos de la oposición.
La delegación de la oposición tiene que ser representativa. Al conseguirlo cumpliremos con una de las disposiciones clave del comunicado de Ginebra del 30 de junio de 2012, según la cual todos los grupos y sectores de la sociedad siria deben ser habilitados para participar en un proceso de diálogo nacional. Nuestro objetivo es que los opositores, que muchas veces no hablan entre sí, se vean en torno a una mesa. No habrá representantes oficiales de Rusia. Sólo expertos que conocen en persona a muchos de los opositores desde hace tiempo y ayudarán a organizar el diálogo, pero la conversación la mantendrán los sirios entre ellos. Abrigamos la esperanza de que tal conversación (no está prevista la firma de ningún documento) ayude a que los interlocutores comprendan que quieren vivir en una Siria soberana, íntegra, en la que todos los grupos étnicos y religiosos tengan las mismas garantías de seguridad y donde rijan las propias normas adicionales. Debe ser una constatación muy simple. No hay que inventar nada complicado. Y, además, estos contactos con el Gobierno son absolutamente informales. Si revelan que hay ‘química’, a nivel político, quizás esto ayude al enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mitsura, a afrontar la preparación de un proceso más formal, evitando que se convierta en un espectáculo público.
En muchas ocasiones los eventos organizados, como por ejemplo, la conferencia en Montreux, resultaron ser espectáculos públicos, a los que siguieron algunos contactos pero sin llevar a ningún resultado concreto. Esto sucedió, en su tiempo, en la conferencia de Annapolis para alcanzar la paz en el conflicto palestino-israelí, siendo presidente de EEUU George W. Bush. El evento se celebró con mucha pompa, contó con la presencia de 70 ministros pero no dio ningún fruto: seguimos buscando la salida viable del conflicto.
Este es el enfoque desde el que organizamos los contactos ofreciendo la plataforma y aprovechando la circunstancia de que Moscú resulta ser la ciudad a la que está dispuesta a acudir la mayoría de los representantes de la oposición y del Gobierno de Siria. Sólo unos pocos se negaron rotundamente a participar. Otros están pensando. Aún tienen tiempo para pensar. Espero que el número de participantes crezca y en cuanto tengamos las listas definitivas, por supuesto anunciaremos quiénes tomarán parte en el encuentro.
Pregunta: El mes pasado, EEUU y Cuba declararon su intención de restablecer relaciones diplomáticas. Hoy un representante del Departamento de Estado ya se encuentra de visita oficial en la isla. Rusia, a su vez, últimamente ha prestado mucha atención a los contactos y cooperación con los países de América Latina. ¿Puede este paso de Washington ser una respuesta a la estrategia de Moscú y un intento de mantener su influencia en la región latinoamericana?
Serguéi Lavrov: Espero que no. Confío en que EEUU lo hizo partiendo de sus intereses nacionales y no del deseo de hacer una mala jugada a nadie. Aunque conocemos ejemplos de otra índole. Ahora me ha venido a mente la visita de Barack Obama –una visita inesperada, camino a la cumbre de la OTAN en otoño de 2014- a Estonia. Entonces, el portavoz de la Administración de EEUU anunció que la parada de Obama es una señal a los rusos para decirles que su postura es inadmisible. Imagínese cómo tuvo que ofender a Estonia para hacer una guarrada, con perdón, a Rusia. Espero no vuelva a ocurrir y que EEUU, especialmente representado por su presidente, dialogue con otros países no por contrariar a nadie sino en interés de sus socios.
En cuanto al histórico “deshielo” en las relaciones entre Cuba y EEUU, Rusia siempre ha dicho que la política dirigida a aislar a Cuba no tiene sentido, es contraproducente y no responde a los intereses de los que aplican tal política. Está muy bien que EEUU haya cambiado de opinión y hayan adoptado esta decisión, que aplaudimos. La decisión fue tomada sobre una base de paridad. La parte cubana no transigió con los principios que definen su orden estatal. Creo que es un proceso mutuamente beneficioso y admisible que ya se está desarrollando. Ya se han dado los primeros pasos, se están preparando los contactos, la discusión de cuestiones concretas para restablecer las relaciones diplomáticas, etc. No vemos nada malo en ello, todo lo contrario, es bueno para el pueblo cubano. Y tampoco perjudicará las relaciones estratégicas ruso-cubanas. Así lo declararon los dirigentes cubanos a todos los niveles y lo podemos apreciar en nuestros contactos día a día.
Pregunta: El año pasado usted firmó en Moscú el acuerdo de fronteras entre Rusia y Estonia, que aún está sin ratificar. En la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso) lo explicaron diciendo que el ambiente político actual no es el apropiado. ¿Cuándo cree que se ratificará dicho acuerdo?
Serguéi Lavrov: Estoy seguro de que el acuerdo será ratificado. En Estonia el proceso de ratificación tampoco está finalizado. Los parlamentarios estonios, según entiendo, también están esperando a que actúe la Duma de Estado. Mientras tanto, el proceso en Rusia supone una decisión del Gobierno que entrega los materiales a la Duma. Confío en que iniciemos este proceso en breve. Nuestros parlamentarios, sin duda, tienen toda la razón cuando dicen que el ambiente político que caracteriza nuestras relaciones ahora no es el mejor. Pero creo que nadie discute la cuestión relativa a las fronteras. Por eso iniciaremos este proceso y ya veremos cómo van las cosas. Con el ex ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Paet, que ahora está en el Parlamento Europeo, planeamos que, para intercambiar las cartas de ratificación, yo visitaría Tallin, cosa que me gustaría hacer, pero para ello sí que importa el ambiente político.
Pregunta: Ahora, cuando las relaciones entre Rusia y Occidente están bastante tensas, ¿siguen los servicios de inteligencia rusos intercambiando información con los países occidentales para luchar contra el terrorismo? En particular, en lo que se refiere a los recientes atentados en Francia, ¿está colaborando Rusia con Francia para encontrar a los culpables de esta tragedia? La detención, el pasado 20 de enero, en Francia, de ciudadanos rusos sospechosos de preparar atentados, suscitó un gran interés en el país galo.
Serguéi Lavrov: De momento estamos aclarando los detalles de la detención de los cinco sospechosos, que, por lo visto, son ciudadanos rusos. No voy a entrar en pormenores, pero nuestros servicios secretos siguen en contacto con los colegas franceses a través de los canales bilaterales. Lo mismo se refiere a las relaciones con otros países que se muestran interesados en cooperar con nosotros en materia de la lucha antiterrorista, de la lucha contra el crimen organizado, el tráfico de drogas, etc.
Pregunta: Últimamente, las empresas rusas que operan en el territorio de Ucrania, como Lukoil, Transneft o Rosneft, son, cada vez con más frecuencia, objeto de crítica. ¿Cree que estos ataques tienen matices políticos o económicos? ¿O se trata de intereses de particulares que quieren, bajo el pretexto del conflicto armado en Ucrania, quedarse con ciertos activos? ¿Protegerá la cancillería rusa los intereses de dichas empresas en esta situación?
La segunda pregunta se refiere al programa nuclear iraní. Anteriormente el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, declaró que la próxima ronda de negociaciones podría celebrarse en los días 6 y 7 de febrero. ¿Podrán las partes reunirse a nivel ministerial?
Serguéi Lavrov: No, no podrá ser, de entrada, a nivel ministerial. Por lo visto el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, se refería a que estos días se celebrará en Múnich la Conferencia de Seguridad y coincide que en ella tomarán parte los ministros del Sexteto y el propio Mohamad Yavad Zarif. Yo también planeo estar allí. Pero reunirnos sólo porque estemos en el mismo lugar al mismo tiempo, no creo que sea correcto. Tendremos que ver hasta qué punto habrán avanzado los responsables políticos ministeriales para entonces y si un encuentro ministerial podrá ser útil para “empujar” las cuestiones pendientes, para que su resolución técnica reciba un impulso político y práctico. De momento no se ha tomado esta decisión.
En cuanto a las empresas rusas en Ucrania, hay que decir que ya tenían dificultades en tiempos mejores. En múltiples ocasiones planteamos ante el Gobierno ucraniano, primero dirigido por Nikolái Azárov, luego por Yulia Timoshenko, cuestiones sobre la discriminación de nuestras empresas. La mayoría de estas cuestiones no se ha solucionado hasta ahora. Pero, por otra parte, cuando hablo con mis compañeros en Ucrania, entre los que hay especialistas en el tema, veo que la cooperación ruso-ucraniana también es la más lógica. Los rusos y los ucranianos tenemos una gran experiencia en trabajar juntos, en solucionar problemas juntos. Desde el Gobierno apoyaremos en todo a las empresas rusas en Ucrania, como en cualquier país del mundo. Pero en Ucrania, usted tiene razón, se están enfrentando ahora a una situación especialmente complicada. En general, considero muy importante cuidar y mimar las semillas de cooperación económica que están brotando a consecuencia de los acuerdos entre el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Piotr Poroshenko, sobre todo, en el sector energético: carbón, gas, energía eléctrica. Hace falta desarrollar estas prácticas también estimulando la recuperación de los lazos económicos entre el Este de Ucrania y el resto del país, reforzar los cimientos de la convivencia corrigiendo sobre la marcha las ideas expuestas por el presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, como continuación de los Acuerdos de Minsk, sobre el estatus específico de estas regiones, también en el aspecto económico. Cuanto más potente sea el “amortiguador” económico, más fácil será arreglar cuestiones políticas relativas a un Estado común.
Pregunta: Siempre dice que no hay tropas rusas en Ucrania y que Rusia no ayuda a los terroristas en Donbás. ¿Cómo podría explicar el hecho de que haya en estos territorios armamentos modernos de fabricación rusa, incluidos los pesados, que se llevan en propia nuestra tierra la vida de los ciudadanos de Ucrania? Estos armamentos no pudieron haber sido capturados ni adquiridos, dado que Rusia no los exporta.
La parte ucraniana insiste en que el aeropuerto, en función de la línea divisoria, ha de quedarse en el territorio controlado por las tropas nacionales y Rusia, en el controlado por los separatistas. ¿Cómo ha podido ocurrir que tras el armisticio las zonas que se encuentran bajo el control de los terroristas prorrusos se expandieran en muchísimos kilómetros? Después de lo que hizo Rusia en Donbás, todo el planeta se ha dado cuenta de que el Mundo ruso significa, en realidad, muerte y guerra. ¿Cómo piensa rehabilitarse?
Serguéi Lavrov: En cuanto a los armamentos, no tengo nada que decir. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en más de una ocasión ha señalado que en todo el territorio ucraniano no había armas que no fueran soviéticas o rusas. Así fue hasta hace poco, precisamente hasta el momento en el algunos vecinos de Ucrania, miembros de la OTAN y la UE, empezaron a suministrarle armamentos. En nuestra opinión, los suministros de armamentos a las zonas de conflicto contradicen a las Cartas de la Unión Europea y la OSCE. Me gustaría volver a señalar que el único argumento sería sólo la presentación de pruebas concretas, por supuesto, siempre que haya intención de hablar en serio.
¿Qué pruebas se necesitan para demostrar al mundo qué es lo que está ocurriendo a la población civil en Donbás? Están aquí presenten representantes de los medios de comunicación, cuyos compañeros ofrecen cobertura a cuánto allí pasa, mientras que les llueven las balas? Es algo que no se debería discutir, pero se discute. Se dice que no es nada, que son los terroristas los que atacan a sí mismos. No quiero entrar en detalles sobre el aeropuerto de Donetsk, pero sólo he comentado algo ya acordado, algo que no se niega en contactos concretos y constructivos a nivel militar entre los representantes de las milicias y del Centro conjunto de control y coordinación. Todo el mundo lo sabe. De lo contrario, habría que haber hecho públicas todas las cláusulas, sin excepción alguna. Todo parece indicar que alguien simplemente no quiso hacerlo, por alguna razón que desconozco. Si se trata de alguna diplomacia secreta, no somos partidarios de este tipo de secretos. Es mejor que la gente sepa la verdad, de quién es el aeropuerto, quién lo controla en un momento dado, si es lo correcto, si algo acordado o no. Es necesario que funcione el Centro conjunto de control y coordinación, creado por iniciativa del Presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko. Está compuesto por profesionales. Los militares ucranianos se sentían cohibidos, incómodos desde el punto de vista político, teniendo que hablar directamente con los milicianos. Y nos pidieron que creáramos este centro, una especie de “mecanismo de transmisión”. Trabajan en él nuestros oficiales y representantes de la OSCE, a los que se incluyó por nuestra iniciativa.
En cuanto al asunto que he comentado ya, sólo puedo decir que, tras la firma de los documentos sobre la línea divisoria (y eso, que los milicianos siguen insistiendo en no haber firmado nada), están dispuestos a considerarla el punto de referencia para la retirada de los armamentos pesados.
Los combates continuaron todavía durante algún tiempo más y se tardó bastante en empezar el armisticio. Entre la firma del memorándum de Minsk del 19 de septiembre de 2014 y el inicio de un armisticio más o menos auténtico pasó algo de tiempo. Esta pausa permitió a los milicianos a tomar bajo su control una determinada área. Si todo eso en cualquier caso es territorio ucraniano, proponemos que el Presidente de Ucrania Piotr Poroshenko reconozca que la línea es precisamente la acordada en el anexo al Memorándum de Minsk de 19 de septiembre de 2014. Independientemente de quién se haya alejado de esta línea y en qué dirección, es necesario quitar de esta línea reconocida por Kiev los armamentos pesados, incluidos los sistemas de lanzamisiles. Ya fue acordado cuánto tienen que retirarlos. Así, sin más. Y luego, dado que el enfrentamiento se hará menos mortífero, se podría hablar de un proceso político y económico. Espero que en breve a todos les dé igual, quién y hacia dónde ha movido la línea divisoria, porque habrá que restablecer la vida económica y relanzar el proceso político. Han de celebrarse las elecciones municipales y apoyaremos su celebración. Aquí hay terreno para que las autoridades ucranianas puedan llegar a una fórmula de compromiso con los dirigentes de las provincias.
Pregunta: ¿Estamos muy cerca del retorno a Ucrania a un conflicto a gran escala? ¿Es muy crítica la situación?
Serguéi Lavrov: Depende de lo que queramos entender bajo un conflicto a gran escala. A mí me bastaron las imágenes de los ataques aéreos de Donetsk que las cadenas de televisión sacaron ayer y antes de ayer, para decidir que así no se podía seguir. Espero que prevalezca el sentido común, el instinto de conservación y la actitud humana. Hacemos todo lo posible para que esa situación acabe. Esta noche hablaremos sobre el tema con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Pável Klimkin. Espero que sepa transmitir por sus canales a los dirigentes del país nuestra profunda preocupación por cuanto está ocurriendo.
Pregunta: Se han establecido unas relaciones estrechas entre el Primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y el Presidente de Rusia, Vladimir Putin. Tras la victoria del partido del Señor Abe en las elecciones, podrá permanecer en el puesto del primer ministro otros cuatro años. ¿Qué posibilidades para el fomento de las relaciones bilaterales se abrirían en este caso? ¿Cómo se desarrollarán los contactos diplomáticos entre Rusia y Japón en 2015? ¿Sería necesaria la suavización de las sanciones, para que se produzca una visita del Presidente ruso, Vladimir Putin, a Japón?
Serguéi Lavrov: Apreciamos muchos las relaciones con nuestro vecino y con el pueblo japonés. La historia de nuestras relaciones es bastante delicada, pero las perspectivas son muy buenas. Los círculos empresariales de ambos países se muestran interesados en lanzar proyectos importantes, interesantes y de mutuo interés. Tenemos mucho en común, intercambios culturales y humanitarios, festivales anuales, cooperación científico-técnica. Fue de lamentar que el año pasado las relaciones “se congelaran en cierta medida”, en primer lugar, por haber sido forzada Tokio a seguir las sanciones contra Rusia, aunque no de una forma tan extrema, como otros países del mundo occidental. La triste consecuencia de ello fue la suspensión de contactos a distinto nivel. Los líderes de ambos Estados coincidían en distintos eventos, pero la posibilidad de visitas oficiales quedó en suspenso. De la misma forma que lo quedó la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Japón acordada hace tiempo y prevista para abril de 2014. Nos lo tomamos con calma, aunque nos gustaría que reanudara sus labores la Comisión intergubernamental. Se aplicaba el formato de “dos más dos”. Sería un placer recibir aquí al ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, pero es algo que no depende de nosotros.
Me preguntó si el levantamiento de las sanciones era una condición necesaria, para que el Presidente de Rusia efectuara su visita a Japón. Dado que somos gente con educación, sólo hay una única condición, una invitación formulada por Tokio. En un principio, fue transmitida al Presidente Vladimir Putin, y en un principio la aceptó. En cuanto se hable de plazos concretos, habrá reacción por nuestra parte.
Pregunta: Recientemente Israel ha lanzado un nuevo ataque aéreo contra el territorio sirio, algo que en un principio debería catalogarse como agresión de acuerdo con la Carta de la ONU. El objetivo del ataque fueron los expertos militares de El Líbano e Irán que prestan asistencia a las tropas progubernamentales en su enfrentamiento con el grupo terrorista Frente Al-Nusra en aquella parte de los Altos del Golán que se encuentra bajo el control de Siria. En breve acudirá a Moscú en una visita de trabajo el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman. ¿Se abordará este asunto? ¿Qué otros temas serán considerados?
Y una pregunta más. Ayer en el transcurso de la visita de trabajo a Irán del ministro de Defensa de la Federación de Rusia, Serguei Shoigú, se firmó una serie de acuerdos. Se ha comunicado desde Teherán sobre las altas probabilidades de que se reanuden los suministros a Irán del sistema de defensa antiaérea S-300. Se conoce que es un asunto muy espinoso para Israel. ¿Lo discutirá con el ministro Lieberman? ¿Cómo ve las perspectivas de desarrollo de las relaciones entre Rusia e Irán? ¿Podríamos llamar a este país “aliado estratégico”?
Serguei Lavrov: En cuanto a la lucha contra los terroristas, ha de apoyarse exclusivamente en los principios del derecho internacional. Los bombardeos del territorio de un Estado soberano, incluidos aquellos que se realizan bajo el pretexto de la destrucción de grupos terroristas, efectuados sin consentimiento del Estado en cuestión ni aprobación directa por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, son ilegítimos. Y más aún, únicamente el Consejo de Seguridad de la ONU puede catalogar un grupo armado como terrorista si queremos que esta calificación goce de carácter obligatorio para todos los Estados. Ello debería aplicarse a la necesidad de respetar la soberanía de Siria y de El Líbano. Y no importa que se trate de la lucha contra el Frente Al-Nusra o el Estado Islámico lanzada por la coalición promovida por EEUU, que opera en el territorio de Irak con el consentimiento del gobierno nacional y en el territorio de Siria sin contar con el mismo.
Estamos convencidos de que este asunto debe abordarse. En este caso concreto, el gobierno de la República Árabe Siria es, naturalmente, aliado en la lucha contra el terrorismo.
Se podría sin dificultad alguna llegar a un acuerdo que sea eficiente y corresponda por completo con la ya comentada resolución de la cumbre de los G-8 celebrada en Loch Earn. En este documento, aprobado por iniciativa del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, se subrayaba la importancia de que el Gobierno sirio y la oposición se unan en la lucha contra el terrorismo. Dado que en nuestro caso aparece un nuevo “actor”, la coalición antiterrorista, habría de unirse también a la causa común. Me gustaría repetir que el Gobierno sirio es un aliado de confianza. No sería del todo honesto decir que no podemos cooperar con los sirios, porque la desmilitarización química de Siria ha demostrado que el Gobierno de la República Árabe asume mucha responsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales y puede ser un aliado eficiente y digno de confianza. De modo que esta excusa ya no sirve.
Durante la visita a Moscú del ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, abordaremos muchos temas, entre ellos, la situación en la región, en Siria y no sólo allí. En la zona hay muchos países cuya situación ha de ser mejor entendida, para lo cual sería necesario discutirla e intercambiar opiniones. Hablaremos del arreglo palestino-israelí que parece haberse atascado en un atolladero.
Me gustaría conocer la opinión de mi homólogo israelí, dada la evidente necesidad, a mi modo de ver, de que reanude sus labores el cuarteto y de que las partes renuncien a acciones unilaterales.
Irán es nuestro vecino, interactuamos estrechamente en la esfera del fomento de la cooperación económica y técnico-militar en aquellos campos que no se recogen en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Se afianzan los vínculos en los ámbitos humanitario y educativo, así como en la solución de problemas de la zona del Caspio.
No he oído que se haya discutido el tema de los S-300 durante la visita de Serguei Shoigú a Teherán. El asunto tiene su historia y es parte de las relaciones bilaterales, en el marco de las cuales será abordado. En general nos proponemos fomentar las relaciones entre nuestros países.
Irán es una potencia importante con un rico legado histórico, y sin la participación de este Estado es imposible una solución sostenible y duradera de los problemas de la región, incluido el problema sirio, el iraquí y el afgano. Cuanto antes se den cuenta de ello los participantes de los procesos que hay en torno a Irán y se empiecen a guiar por el pragmatismo y la eficiencia en vez de por razones ideológicas, más provechoso será para los esfuerzos comunes en la estabilización de la situación en esta tan importante parte del mundo.
Pregunta: Es posible que esta cuestión no forme parte de la agenda actual de Rusia, pero para Azerbaiyán sigue abierta. Se trata de la suerte de Dilgam Askérov, ciudadano ruso de origen azerí, detenido en el territorio de Azerbaiyán ocupado por Armenia. Sigue retenido en la prisión armenia. ¿Por qué Rusia no se interesa por la suerte de sus ciudadanos? ¿Por qué motivo no hizo ninguna declaración en favor de la liberación de Askérov?
Serguéi Lavrov: ¿Cómo dice usted, es ciudadano ruso y está detenido por la parte armenia? Entonces discutiremos esta cuestión con Armenia. Hay ciudadanos rusos detenidos en diversas partes del mundo. Y estamos interesándonos por su suerte constantemente. Tras considerar la información sobre los motivos de la detención, la gravedad de las acusaciones contra nuestros ciudadanos, las condiciones de su mantenimiento bajo arresto y las actuaciones previstas para ellos por parte del país que les detuvo, tomamos las pertinentes decisiones a través de los canales existentes para este objetivo en el marco de las relaciones bilaterales entre Rusia y el Estado correspondiente.
Pregunta: Rusia firmó múltiples acuerdos bilaterales y multilaterales en los que reconoce la integridad territorial de Ucrania. Desde el año pasado Rusia controla, de hecho, la península de Crimea. ¿Qué pasa, con el Memorando de Budapest firmado en 1994 y el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre Ucrania y la Federación de Rusia, de 1997, ratificado por la Duma de Estado de la Asamblea Federal (Parlamento ruso) en 1998? ¿Estos documentos serán denunciados o seguirán vigentes? Aclare, por favor, otro detalle, ¿Aceptó Francia la propuesta relativa a la cooperación en materia de lucha antiterrorista hecha por el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, dos horas después del atentado en París?
Serguéi Lavrov: No entiendo qué es lo que quiere que aclare. Ya he hablado sobre la cooperación entre los servicios secretos y creo que su trabajo no admite nerviosismo ni publicidad. Dejémoslo aquí.
En cuanto a la soberanía de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, y otros dirigentes rusos confirmaron, en numerosas ocasiones, que estamos a favor del arreglo de la crisis en el sudeste del país vecino en el marco del estricto respeto de su soberanía y la integridad territorial. Esta postura permanece vigente. La cuestión de Crimea fue solucionada sobre la base del derecho internacional. Según aclaró la Asamblea General de la ONU en 1970 en una declaración especial, el principio fundamental del Estatuto de las Naciones Unidas es el derecho de los pueblos a la autodeterminación. El principio de la integridad territorial tiene que ser aplicado a los países que garanticen a los pueblos asentados en su territorio el derecho a la autodeterminación, que respeten este derecho y no recurran al uso de la fuerza para impedir su realización. El golpe de Estado ocurrido en Ucrania socavó el derecho del Estado ucraniano a reclamar un territorio que, en plena conformidad con el derecho internacional y en virtud de la decisión del parlamento elegido antes del golpe, celebró un referéndum, en el cual la aplastante mayoría de la población se pronunció por la independencia y la integración en la Federación de Rusia. Le recomiendo ver las disposiciones de la declaración de la Asamblea General de la ONU de 1970 relativas a la relación entre la integridad territorial y la autodeterminación de los pueblos.
En cuanto al Memorando de Budapest, mediante este documento nos comprometimos a respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Y esto también tiene que ver con lo que acabo de decir. No nos comprometimos a respaldar la intervención externa en los asuntos de Ucrania, la incitación de los manifestantes de Maidán al uso de la fuerza y las actuaciones anticonstitucionales. Ustedes sabrán que los ministros de los respetados países de la Unión Europea lo hicieron en persona participando en las manifestaciones. En el Memorando de Budapest no nos comprometimos, ni mucho menos, a aceptar los resultados de un golpe de Estado armado y anticonstitucional. No dice nada de esto. El único compromiso que asumen Rusia, EEUU y Gran Bretaña según este documento es no usar ni amenazar con usar armas nucleares contra Ucrania. Y nadie lo ha hecho.
Quiero señalar que junto con el Memorando de Budapest los líderes de Rusia, EEUU, Gran Bretaña y Ucrania firmaron una declaración conjunta en la que reafirmaban su compromiso para oponerse al nacionalismo agresivo y el chovinismo, que es parte íntegra del Memorando de Budapest. Las antes citadas palabras de Dmitri Yárosh, que llamó a echar a los rusos de Crimea o eliminarles, y de Oleg Tiagnibok, quien se pronunció por expulsar de Ucrania a los rusos y judíos, ponen de manifiesto, en mi opinión, un desmesurado y agresivo nacionalismo y chovinismo de los que hacen uso los nuevos líderes de Ucrania.
Hablando de los golpes de Estado, me gustaría citar a otro político. “El uso de la violencia durante los actos de protesta no puede justificarse. Se trata de acciones criminales y las personas que las cometen deben ser llevadas ante la justicia. No hay ninguna excusa a los incendios intencionados de edificios y vehículos, a la destrucción de la propiedad y a las amenazas a la vida humana”. Adivinen de qué se trata. Son palabras del presidente de EEUU, Barack Obama, sobre lo ocurrido en Ferguson.
Ningún político occidental dijo nada semejante en referencia a lo que estaba sucediendo en Maidán. Ninguno. Y en Maidán no sólo estaban quemando edificios, sino también a personas. Una cita más: “EEUU condena enérgicamente cualquier intento de tomar el poder por medios inconstitucionales”. No adivinarán de qué se trata: del intento de golpe de Estado en Gambia. Nada parecido se dijo sobre Ucrania, todo lo contrario, se declaró que el pueblo se había levantado contra el gobierno y llevado a cabo una “revolución democrática”.
Al hablar de los distintos aspectos del panorama internacional es necesario usar criterios y principios adoptados por todos para que todos tengan claro que si el golpe de Estado es inadmisible en unos casos, también tiene que serlo en otros. Por cierto, en la última sesión de la Asamblea General de la ONU propusimos adoptar una resolución que reafirme el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos y la inadmisibilidad del golpe de Estado como medio para cambiar el poder. Lo mismo, en el fondo, que los estadounidenses están dispuestos a afirmar con respecto a Gambia pero, por alguna razón, no respecto a Ucrania.
Una de las normas de la Unión Africana establece que el país donde se lleve a cabo un golpe de Estado deja de participar en las reuniones de esta organización. Para revisar esta decisión hay que tomar medidas para probar que el país ha vuelto al camino de la democracia. Las mismas normas existen en América Latina. ¿Por qué no les conferimos un carácter universal? Es deshonesto y reprobable aplicar unos criterios para Gambia y otros totalmente diferentes a otros países.
El Tratado de Amistad (con Ucrania) sigue vigente, no pensamos denunciarlo. A diferencia de los actuales líderes ucranianos, no dijimos sobre el pueblo hermano de Ucrania nada que le pudiera ofender.
Pregunta: A mediados de diciembre del año pasado el portavoz del presidente de la Federación de Rusia, Dmitri Peskov, confirmó que Moscú había enviado una invitación al líder norcoreano para asistir a los actos solemnes con motivo del 70 aniversario de la victoria sobre los nazis. Más tarde el asesor del presidente ruso, Yuri Ushakov, informó que existen algunas “primeras señales” que apuntan a que la respuesta del dirigente coreano será positiva. ¿Puede comentar la respuesta de la parte norcoreana?
Serguéi Lavrov: Esta primera señal es positiva. Ya he dicho que enviamos varias decenas de las invitaciones. Unos 20 invitados ya confirmaron su participación, las confirmaciones siguen llegando de otros países. Ya les mantendremos informados.
Pregunta: Este año Rusia será anfitriona de las Cumbres de la Organización de Cooperación de Shanghái y de los BRICS. ¿Podemos esperar que cambie el estatuto de Irán y Turquía en el marco de la OCS? ¿Algunas decisiones importantes que se puedan tomar en la Cumbre de los BRICS?
Serguéi Lavrov: Si hablamos de la Cumbre de la OCS, su ampliación será uno de los principales temas a abordar. Hemos tenido que recorrer un largo camino para llegar hasta aquí, y, por fin, en la cumbre celebrada en Dusambé en otoño del año pasado fue acordado un conjunto de documentos que estipulan los principales criterios de la participación en la Organización. Las solicitudes de adhesión de la India y Pakistán serán las primeras en considerarse y para la toma de una decisión positiva se cuenta con un consenso bastante amplio. Irán también ha presentado una solicitud de adhesión a la OCS. Creo que es bastante factible, sobre todo, si se logra un progreso en el arreglo del programa nuclear iraní, teniendo en cuenta que los criterios de la participación en la OCS suponen la ausencia de sanciones por parte de la ONU respecto al Estado pretendiente. Existe una serie de países que tienen estatuto de interlocutor y quieren convertirse en observadores. En general, hay bastante interés en un cambio del estatuto en el marco de la organización. Estoy seguro de que se progrese en este sentido, pero en qué forma, no le sabría decir de momento.
Además de la adhesión de nuevos miembros, hemos preparado una nutrida agenda relativa, en primer lugar, al fomento de la cooperación económica, la creación de condiciones para la ampliación de los vínculos en el comercio y las inversiones, el aprovechamiento de las monedas nacionales para las transacciones económicas y, en términos generales, la creación de formas óptimas del financiación de proyectos. Hemos elaborado una serie de planes bastante prometedores, a aplicarse en los campos de transporte, energía y agricultura. Estamos formando un espacio científico-cultural y educativo común. Está empezando sus labores la Universidad en red de la OSC, un espacio educativo que engloba centros docentes por todo el territorio de la Organización, están funcionando ya unas estructuras humanitarias tan importantes, como el Consejo Juvenil y el Foro Ciudadano de la OSC.
Uno de los principales temas de la Cumbre en Ufá será el 70 Aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Patria. Contamos con un programa bastante saturado para la presidencia, están planeados cerca de 100 eventos, reuniones de ministros, conferencias, seminarios, festivales y foros empresariales. Nos espera una presidencia muy activa, tanto en la OCS como en los BRICS. El año pasado finalmente se tomó la decisión para la institución de un nuevo banco y la creación de un conjunto de reservas monetarias. En primer lugar discutiremos de qué forma se pondrán en práctica estos acuerdos.
Otro punto importante: se está intensificando la coordinación política en el marco de la OCS y de los BRICS. Tenemos posturas afines acerca de la necesidad de apostar en el mundo actual por acciones colectivas, respeto al derecho internacional y papel central de la ONU. En el marco de los BRICS se elaboró la postura sobre la inaceptabilidad de sanciones unilaterales en los asuntos internacionales.
Veo con optimismo la celebración de estos dos acontecimientos. Por supuesto, es una gran responsabilidad, pero estoy convencido de que alcanzaremos unos resultados factibles.
Pregunta: Durante la tradicional rueda de prensa celebrada el año pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que los dirigentes de Irán habían demostrado una gran flexibilidad en la solución de problemas en torno a su programa nuclear y que no se entendía muy bien, por qué no se había alcanzado todavía un acuerdo. Sin embargo, hace algunos días el presidente de EEUU, Barack Obama, manifestó que en realidad Teherán no estaba dando pasos al respecto, de forma que, a su modo de ver, la probabilidad de un acuerdo estaba por debajo del 50%. ¿Cuál es su opinión sobre este asunto? ¿Hay algún progreso en las conversaciones del Sexteto o lo que se está observando es un retroceso?
Serguéi Lavrov: Respondiendo a otras preguntas, he comentado ya que se observa un cierto progreso y ello confirma que, al empezar a guiarse los ‘actores’ principales por intereses reales y por el deseo de solucionar problemas concretos, siempre se puede llegar a una fórmula de compromiso y avanzar. No entraré en detalles, hay profesionales que se dedican a ello y que dan entrevistas después de cada reunión de los representantes del Sexteto con los de Irán. Fueron acordados todos los asuntos pendientes de aprobación definitiva y se ha trazado un plan para el avance casi en todas las direcciones existentes. Ahora quedaría aprobar un acuerdo político marco para dar solución a problemas técnicos, que no son pocos, dado el objeto de los debates. En breves palabras, sí que se observa un progreso. Y tenemos razones para creer que avanzaremos dentro de los parámetros acordados el pasado noviembre que prevén la solución definitiva de este asunto antes del próximo junio.
Pregunta: La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, manifestó que, pese al mantenimiento del régimen de sanciones respecto a Rusia, era necesario conservar la posibilidad de negociaciones con Moscú. Sin embargo, en Bruselas se oyeron muchas voces en contra de ello. ¿Existen, en su opinión, perspectivas de la reanudación del diálogo con la Unión Europea?
Serguéi Lavrov: No tenemos prejuicios en contra de la Unión Europea. Todo lo contrario, estamos interesados en que las relaciones caracterizadas como “condición de aliados estratégicos” corresponda con el significado de esta expresión. Es triste que la UE haya elegido el camino de la confrontación, siguiendo a Washington en la promoción de sanciones contra Rusia. Más aún, los líderes de la UE, a modo de respuesta a las reclamaciones de los círculos empresariales de sus países y sus llamamientos a no aplicar estas medidas, manifestaron que, en lo que se refería a la crisis ucraniana, la política había de prevalecer sobre la economía. Es una declaración sorprendente que dice mucho.
Como bien conocemos, en el marco de la UE se exponen distintos puntos de vista. En la etapa actual, cuando cerca de la mitad de los Estados miembros se pronuncia por el levantamiento de las sanciones, queda patente que decisiones de este tipo, las de seguimiento inerte a la voluntad de EEUU, son difíciles de revertir. Le recuerdo el refrán de “piensa, antes de actuar”. Todo parece indicar que la Unión Europea en la etapa inicial de la crisis europea ha decidido actuar y sólo después se ha puesto a pensar.
No reaccionaremos a los llamamientos a acordar unos determinados criterios del comportamiento de Rusia que permitirían a la Unión Europea suavizar las sanciones. Parece una propuesta poco seria y aquella gente que lo defiende en el marco de la UE, evidentemente carece de experiencia de trabajo con Rusia. Nos pronunciamos por la continuación del diálogo, incluso en las condiciones actuales. No renunciamos a los contactos, fue la UE la parte que congeló la cooperación en muchos campos. La renovación del diálogo únicamente podría producirse en condiciones de paridad.
Por supuesto, sabemos lo que se dijo en Bruselas en la reunión del Consejo de la UE para Asuntos Exteriores y en las filtraciones de información a los medios que hubo durante los preparativos para aquel acontecimiento. Si la Unión Europea decide que falta de un diálogo normal sobre problemas sectoriales, el de energía, agricultura y demás, no es lo correcto, no lo discutiremos. Pero si desea, algo que se ha visto en la feria ‘Semana verde’ celebrada en Berlín, mantener las sanciones y al mismo tiempo persuadir a Rusia de que suavice medidas de protección de los productores nacionales, en primer lugar, desde el punto de vista de concesión de préstamos por los bancos rusos, se trataría de concesiones unilaterales. Ello debería entenderse. Estos debates dentro de la UE son importantes, para que la propia Unión se aclare con lo que quiere.
No podemos imponer nada a nuestros interlocutores europeos, tienen que guiarse por sus propios intereses y no por el dominio de la política sobre la economía. De lo contrario, no saldrá nada. Aunque en el sentido político, perdemos mucho, por ejemplo, una eficiente cooperación sobre toda una serie de amenazas reales y no inventadas. Tenemos retos comunes y riesgos comunes por parte de las zonas del sur y muchos otros factores.
Y, por supuesto, sería curioso escuchar la postura de la Unión Europea acerca de la libertad de expresión. Porque las autoridades ucranianas, de forma oficial, sin cohibirse, anuncian en voz alta el cese del funcionamiento de las cadenas de televisión rusas y el director del correspondiente organismo de control declara que al público ucraniano no le hace falta conocer otro punto de vista. Mientras tanto la UE, por alguna razón, permanece callada, del mismo modo que EEUU. Cuando estalló el escándalo con Sony Records y la película ‘La entrevista’ -dejando aparte que el argumento no es digno de la menor atención, por carecer de gusto ni tacto- la administración del presidente Barack Obama presionó a la empresa cinematográfica para que de una u otra forma se organizase la proyección de la película. Es decir, incluso una provocación política, como fue la mencionada película, necesita garantías de la libertad de expresión, mientras que ninguno de los defensores de este derecho mueve un dedo para mantener la transmisión de cadenas de TV rusas en Ucrania.
Pregunta: Hoy han anunciado la visita oficial del presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, a Hungría, prevista para el 17 de febrero. A raíz de ello, comente cómo ve usted el papel y el significado de los países centroeuropeos en la política exterior rusa, en el contexto de los problemas de hoy en las relaciones entre Rusia y Europa: la crisis ucraniana, la renuncia a construir el gasoducto South Stream y las sanciones por parte de la Unión Europea.
Serguéi Lavrov: Sí, hubo una invitación que fue aceptada. Así que está planificada la visita, y ahora están concordando detalles concretos.
No dividimos países en grandes, pequeños y medianos, sino que intentamos mantener relaciones respetuosas con cualquier socio. Con Hungría tenemos una larga historia de amistad, aunque hubo también periodos complicados. Pero la simpatía mutua y el entendimiento del que las relaciones son muy prometedoras provechosas los muestran las dos partes.
Hace poco recibí a mi colega, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría Péter Szijjártó. Mantenemos también el contacto por teléfono discutiendo diferentes aspectos de la situación ucraniana y el South Stream. Este tema lo abordamos pero sin adentrarnos mucho, porque hay ministros y jefes de empresas que se ocupan de ello directamente. La situación con el South Stream está totalmente clara: el proyecto, por desgracia, está cerrado, ante todo porque se hizo el objeto de discriminación por parte de la Comisión Europea. Las liberaciones de las normas del Tercer Paquete Energético, hechas para otros proyectos antes, evidencian que, de haber una voluntad política y un simple deseo, habría estado resuelto todo.
En 2013, la Comisión Europea liberó el gasoducto en el Adriático de las exigencias del tercer paquete energético en lo que se refería al acceso de terceras personas a la infraestructura y regulación de tarifas. A propósito, la empresa petrolífera de Azerbaiyán Socar, participante del proyecto en el Adriático en calidad de exportador de gas, adquirió una empresa griega, Desfa, y se convirtió en un operador de redes gasísticas de Grecia, lo que contradice las normas del tercer paquete energético. Pero han hecho esta excepción, así como la hicieron para los terrenos en el mar de toda una serie de gasoductos que pasan por el fondo del mar Mediterráneo, como Transmed, Greenstream y otros. Son múltiples los ejemplos de cuando la Comisión Europea hizo excepciones del Tercer Paquete Energético, pero se lo prohibieron a Bulgaria. No voy a adentrarme en los detalles del problema: el tema del South Stream está cerrado. Nuestras obligaciones ya requerían que actuáramos, mientras que a nosotros nos querían dejar en blanco. Ahora han propuesto un proyecto alternativo, el Turk Stream, por el que ya está mostrando su interés Europa. Ahora se llevan a cabo discusiones concretas al respecto. Confío en que va a realizarse y permitirá aumentar la seguridad energética de Europa, salvándola de tener que arreglarlo con los problemáticos países de tránsito.
En cuanto a Hungría, estamos dispuestos a desarrollar las relaciones en campos diferentes, y el sector energético es sólo uno de ellos. Tenemos planes de inversiones, alta tecnología. No dudo que en el curso de la próxima visita del presidente de la Federación de Rusia van a discutir todos estos temas, y habrá resultados concretos.
Pregunta: En su reciente discurso el presidente Vladímir Putin dijo que las entidades sin ánimo de lucro deben participar en la resolución de problemas sociales. Nuestra organización de jóvenes está desarrollando activamente esta actividad. En particular, trabajamos con los compatriotas, participamos en los foros internacionales. ¿Cabe seguir desarrollando esta dirección? ¿Y cómo, a la luz de los últimos acontecimientos geopolíticos, pueden ayudar los jóvenes?
Serguéi Lavrov: Los jóvenes pueden ayudar independientemente de los acontecimientos geopolíticos. Sea cual sea la situación en el mundo, los jóvenes son el futuro de nuestro país y de toda la humanidad. Estamos interesados en que desarrolléis los contactos con sus colegas en el extranjero al máximo, que os conozcáis mejor los unos a los otros, que entendáis las peculiaridades de la vida de cada pueblo, sus tradiciones, cultura, costumbres. De lo contrario, siempre vamos a correr el riesgo de enfrentamientos entre civilizaciones y culturas.
En cuanto a los compatriotas, tenemos una comisión gubernamental para los problemas de compatriotas que vivan en el extranjero. Me encomendaron encabezarla. Hace poco, Serguéi Pospélov, jefe de la Agencia Federal para la Juventud, Rosmolodezh, pasó a ser participante de la comisión. Por su iniciativa, en diciembre de 2014 formamos el Consejo Interministerial para los Problemas de los Jóvenes, adjunto a la Comisión. Si vuestra estructura está interesada, os podéis dirigir a este Consejo y estoy seguro de que encontrarán la posibilidad de incluiros en este consejo o de arreglar la cooperación en otras formas. Esto va a servir de apoyo y afianzamiento para nosotros, estamos totalmente a favor.
Pregunta: Usted participó en la Marcha Republicana en París contra el terror y por la libertad de la prensa. Pero se puede decir que después de la publicación de la caricatura del profeta Mahoma en Francia, Rusia se pronunció contra Charlie Hebdo, teniendo en cuenta la reciente demostración en Chechenia. ¿Apoya usted acciones como esta? ¿Cuál es su opinión acerca de las publicaciones de las caricaturas del profeta Mahoma en Francia? ¿Cree usted que los periodistas franceses se pasaron?
Serguéi Lavrov: Esta situación tiene varios aspectos. En primer lugar, el terrorismo es inaceptable en ninguna forma, independientemente de sus motivos, aspecto, etc. Ésta es una posición de derecho internacional, fijada en numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Nada puede justificar el terror. Creo que con esto sobre el terror basta.
En segundo lugar, en lo que se refiere a las caricaturas y al comportamiento de los periodistas cuando se trate de temas religiosos en general, voy a expresar mi propia opinión: la caricatura es una muestra de mal gusto. Hay, además, una situación de derecho internacional, descrita en una serie de convenciones, incluido el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que dice: “Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley”. Allí mismo se dice que toda persona tiene derecho a la libertad de expresión y este derecho entraña deberes y responsabilidades especiales. Este derecho puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente refrendadas por la ley y ser imprescindibles para asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás; la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.
Por eso cuando mis estimados colegas me piden que no haya ningunas restricciones sobre la libertad de expresión, no estoy de acuerdo. Las restricciones existen y, como ya he citado, están directamente relacionadas con la inadmisibilidad de acciones que constituyan incitación a los enfrentamientos religiosos.
http://www.mid.ru/brp_4.nsf/newsline/6631F30FBE1AB4B643257DD4003D0D59

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